No sé si están enterados, pero Epic Games está en una afrenta judicial con Google, esto por la demanda que interpuso la compañía detrás del popular Fortnite contra el gigante tecnológico, esto luego que desde Google quitaran el popular battleroyale de la store.
El tema es que escudriñando en los archivos del juicio, se supo que Google estuvo dispuesto a pagar una suma de 147 millones de dólares para poder tener el juego en la Play Store, a lo que Epic Games simplemente rechazó.
Pero ¿Por qué pasó todo esto? Pues es una situación similar a la que se vivió con Apple hace un tiempo atrás, ya que en Epic Games queriendo evitar el pagar el 30% de comisiones teniendo el juego en la Play Store de Android, prefirieron hacer que los pavos los pudieran adquirir de manera directa o externa a la tienda, algo que a Google no le gustó y decidieron quitar el juego. De aquí en adelante es que ambas compañías se encuentran enfrascadas en un juicio en el que Epic Games acusa a Google de monopolio, donde lo último que se supo fue esto.
Aquí Google, aparte de ofrecer esa inmensa suma de dinero, también les propuso bajar en un 5% las comisiones (quedaría en 25%) e incluso, desde Google buscaron la manera de joder a Epic buscando asociarse con Tencent, los otros dueños de Epic actualmente, algo que no les resultó y al final todo sigue ahí en veremos.
¿Qué tal? A mi me llama la atención cómo es con los años compañías que se han vuelto TAN grandes, digo, no necesariamente en lo que desarrollan, sino en lo económico y poder, terminan en este tipo de situaciones. Claro, son más normal de lo que uno cree, pero uno mira en retrospectiva… cuando Epic Game hacía juegos, jamás se la imaginaría involucrada en este tipo de posición.
Vía | The Verge